Título
completo: La ladrona de libros
Datos
editoriales: Primera edición. 2007. Barcelona. Random House Mondadori, S.A.
Portada:
Una niña alemana que se refugia en los libros durante la Segunda Guerra
Mundial.
Primera
impresión: Una narradora muy interesante, una perspectiva nueva del nazismo.
Temática
inicial: Una niña alemana es adoptada por una pareja de bajos recursos a
comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
Personajes
en general: Complejos, totalmente conectados a su contexto.
Estilo
narrativo: Pulcro, lleno de metáforas y detalles enriquecedores.
Impresión
final: Una linda historia, te enseña mucho sobre esa época y el sufrimiento de
cada día para los que se veían involucrados.
Ciertamente,
debido a gran cantidad de comentarios y recomendaciones, tenía una gran
expectativa con este libro. Si bien esto no es de mucha ayuda para una historia,
estoy feliz de afirmar que mis expectativas no se vieron defraudadas.
La
historia comienza de una manera muy interesante, lo hace con el uso de los
flashback, que en mi opinión, es un recurso bastante apropiado para nuestra
época. El lenguaje que utiliza no es rebuscado, sino ágil y dinámico. No te
aburres leyendo a Zusak. Además, la forma no es típica en una novela. La
narrativa va acompañada de frases y pasajes explicativos sueltos. Esto aporta
mucho estilo en el texto, ya que sin sacarte de la trama puedes leer lo que
serían los “pies de nota” sin problema.
La
trama es original, aunque se trate de un tema explotado ya muchas veces y de
diferentes maneras. Contemplar la Segunda Guerra Mundial desde los ojos de una
niña alemana de bajos recursos te da una perspectiva única que en otros libros,
como El diario de Ana Frank o El niño con el pijama de rayas, no se
repite. Y aunque puedas tener el prejuicio de que es algo que ya conoces o que
ya te imaginas más o menos cómo fue, vas a llevarte un par de sorpresas con
este relato.
Sobre
los personajes, están dibujados con mucha precisión. Son particulares cada uno
a su estilo, y eso los vuelve tan realistas que cabría pensar que existieron en
realidad. Lo que más me sorprendió y me resultó encantador, es la narradora: la
Muerte. Otro recurso muy interesante que permite navegar al lector sobre
aspectos interesantes en los que no intervienen los protagonistas. Por ejemplo,
la cifra de muertos luego de un determinado ataque. Es el toque de ficción
sobrenatural que tiene esta historia, que me parece muy romántica. Sí, me
agrada mucho la idea de una Muerte que se siente fascinada por los humanos, que
se deja envolver por ellos. Es mi concepción romántica de la Muerte, que yo
misma abordé en una de mis novelas.
Es
curioso, porque en la historia la Muerte cuenta la vida de la ladrona gracias a
que encontró su, podría decirse, especie de autobiografía y se la lleva. La
Muerte que se roba un libro, que lo protege tan celosamente y lo lleva con ella
todo el tiempo. Luego de varios de días de leerla, creí que se había llevado mi
copia también, puesto que para escribir esta reseña busqué el libro y no lo
encontré tan fácilmente. Estaba feliz porque parecía que la Muerte lo había
vuelto a reclamar. Divertido y curioso al mismo tiempo, ¿no creen?
Pero
bueno, recomiendo mucho este libro, no solo para aquellos interesados en la
época del Holocausto, sino para aquellos que simplemente buscan una historia “humanizadora”.
Se puede discutir mucho sobre el contenido. La escala de grises y no la de
blanco y negro es otro de los atributos de la novela, no todo es enteramente
bueno así como no todo es enteramente malo. Es conmovedora, sí, aunque no sé si
al extremo de ponerte a llorar con el final. De todas formas, confío en que será
de interés y gusto para muchos.
Agradezco
a Markus Zusak por tan linda historia, lo felicito por su narrativa y su
formato tan especial, lleno de detalles. Leí esta historia con una facilidad
que no siempre se da con las novelas. Me
divertí al hacerlo y también aprendí mucho de él. ¡Lo agradezco!
No hay comentarios:
Publicar un comentario