Autor: Anne Rice (Estados Unidos)
Datos editoriales: Ediciones B, España
Portada: Un ojo con el iris color carmín, con largas petañas y el resto de la piel blanca. El título en una fuente que busca recrear un efecto de las que las letras fueron escritas con sangre.
Primera impresión: Una nueva historia apasionante y trágica de vampiros.
Temática inicial: La historia de Vittorio, un vampiro que nació en la Florencia de los Médicis. Forma parte de las Nuevas Historias de Vampiros de la autora.
Personajes en general: Con una sola faceta, predecibles. De los más sencillos de Rice.
Estilo narrativo: Histórico, con una inclinación a lo religioso. Extensas descripciones, las historia de fondo es corta y simple.
Impresión final: Una novela que prometía más, hasta ahora la que menos me gusta de Rice. Merrick, otro de sus libros, ya no me desagrada tanto en relación a éste.
Desde el inicio de la historia, Vittorio se muestra como un hombre elegante, culto e incluso un tanto presuntuos. Como es característico de Rice, Vittorio nos cuenta su historia de una manera personal y profunda, aunque su estilo no fue precisamente de mis favoritos. Sumiéndose en sus recuerdos, conocemos más que su historia, su época. Los detalles sociopolíticos que Rice imprime en este libro son abundantes y tal vez de gran interés para alguien que disfrute del género histórico.
La historia de fondo es simple, un principio, desarrollo y un final. Quitando la descripción y algunas partes sobrantes, podría ser un cuento largo igualmente interesante. Básicamente, y talUIKeyInputUpArrow como Vittorio nos anticipa desde un principio, la historia es de cómo fue creado. Ni muy antes, y sin después. Sus anécdotas son muy originales, sin duda, pero la forma en que son contadas es lo que vuelve de la obra un tanto pesada y lenta.
Por otra parte, los personajes en general son muy unifacéticos. Cada uno maneja un solo objetivo, un solo problema. Incluso Vittorio cae en esta característica, pese a conocer su historia desde su infancia. Resulta un personaje muy plano, con una sola idea y un solo arrepentimiento que le impide ver el mundo como lo hacen varios de sus congéneres de otros libros. Rice no es mala escritora, al contrario, es una maestra. Sin embargo, si su meta fue crear un personaje que se limitase a contar su transformación, sin sentir nada más, lo ha logrado. A tal grado son de predecibles los actos de los personajes, que ya nada te sorprende en el libro. Ursula prometía mucho más, pero se quedó corta.
El estilo narrativo es descriptivo, casi no se muestra el romanticismo propio de Rice. En cierto momento se exagera con el tema religioso. Para ser un hombre que se considera pecador y que recibió un castigo muy severo por parte de los ángeles, es muy poco expresivo. No parece importarle tanto sus circunstancias, como si fuera un ser desconectado de sus sentientos. En mi opinión, este recurso es muy llamativo solo si en algún punto de la historia el personaje entra en una paradoja y se contradice a sí mismo sintiendo mucho más, de golpe. Pero yo no percibí esto, por lo que el personaje me resultó bastante plano.
En conclusión, “Vittorio el vampiro” es una novela que disfrutarán aquellos que se interesen por la historia, en particular, la era de los Médicis. Para los fanáticos de las Crónicas Vampíricas no les recomendaría este libro, a menos que crean indispensable leerlo. No garantizo que les vaya a gustar.
Felicito a Rice, como siempre, por perseverar con sus Historias de Vampiros, algo que recientemente está reviviendo con El Príncipe Lestat (ese, sí que se los recomiendo). Continuaré a la espera de más obras, porque pese a este pequeño tropiezo, Rice sigue siendo una de mis autoras favoritas.
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