Portada: Los tres jóvenes sonríen. Al estar la chica en medio da la impresión de que se tratará de un triángulo amoroso, pero por sus sonrisas, sabemos que terminará bien.
Primera impresión: La vida cotidiana de un joven al que le gusta pensar, incluso más que vivirla.
Temática inicial: Luego de su único amigo se suicidara, Charlie busca nuevos amigos.
Personajes en general: Cada uno es un mundo.
Estilo narrativo: Lógico y directo, narrado por Charlie.
Impresión final: Ideal para leerse en colegio.
Conocí este libro con su título original: The perks of being a wallflower. Me lo recomendaron varias personas, incluyendo a una cuyo gusto literario respeto mucho.Lo malo, es que permití que este deseo permaneciera mucho tiempo, llegando a tener grandes expectativas de la obra. Me da mucha pena ya que creo que de no haberme generado tanta ilusión, me hubiera gustado más. Pero bueno, fue el destino que puso a todas esas personas arrojándome el título. Finalmente lo he leído y estoy a gusto con ello.
El formato es muy original. La novela es en realidad un conjunto de cartas enviadas por correspondencia por Charlie a ti mismo. El protagonista se conecta directamente contigo y desnuda ante ti su mente y sus pensamientos. Más todavía, sus sentimientos. Imagino el efecto que tendrá en chicos de la edad de Charlie, que están apenas iniciando su adolescencia.
La forma en que está escrita es muy puntual. Charlie escribe directamente lo que piensa, y sus cartas llegan a ser una especie de diario. Sus divagaciones son breves, pero importantes. Su manera de ver el mundo es realmente interesante. Toda la trama la verás a través de él. No es difícil de leer, es bastante ligero y sencillo.
La fuerza de la obra no está en su forma, sino en su contenido. La historia, una más de adolescentes que buscan el sentido de sus vidas y eliminar toda forma de soledad en ellos, termina siendo bastante interesante y con mucho para hacerte pensar.
Aborda temas como la amistad, el amor, la familia, la sexualidad, la homosexualidad, las drogas, el alcohol y los cigarrillos, el suicidio, el abuso a la mujer y desde luego, la sociedad en sí. Cada personaje te abre las puertas a una realidad distintas, es por eso que hay reflexionar un poco con cada uno y no quedarse con lo que el relato nos cuenta. La obra es apenas un gatillo con mucho potencial.
Los personajes lo son todo. Cada uno tiene su particularidad precisamente porque cada uno tiene una realidad que mostrar. Son tan diversos que cada uno podría contar su propia versión de la historia sin parecerse en absoluto a la versión de Charlie. Incluso, creo que la obra les queda corta. El autor hizo como una especie de picoteo en algunos de los problemas principales de los jóvenes, pues no todos sufren de la misma crisis pero sí sufren crisis. Es lo interesante, el relato reúne a estos potentes personajes y nos presenta una historia linda, cierto, muy sentimental, aunque más que esa historia nos presenta muchas otras sobre las que bien valdrían la pena reflexionar.
Se trata pues, de una obra ideal para leerse en colegio. No es moralista en el sentido convencional, católico-cristiano, pero tiene valores que son incluso más valiosos. Eso me gusta. Imagino que para su época debió ser ampliamente criticado, a fines de los 90, pues el autor no se contiene en la parte sexual de la vida de los jóvenes.
Pero bueno, debo destacar que Charlie resultó ser un personaje muy divertido e interesante desde mi punto de vista. Su visión lógica del mundo me hace recuerdo a la mía, aunque él, mucho más que yo, se detiene a pensar sobre todo y se pierde en ello. No lo veo como algo necesariamente malo, es de hecho hermoso que alguien se tome el trabajo de contemplar la sociedad así. Sé que el autor pretendía hacernos ver lo contrario, que es mejor involucrarse con el resto y hacerse parte de la vida de otros, mas no puedo evitar sonreír al leer el modo de ser de Charlie.
Si bien tiene momentos muy intensos, como ya dije, me parece que no profundiza en ninguno de éstos. Tal vez en uno, o dos, pero en general son picotazos. Felicito al autor por su imaginativa y por permitirme leer a Charlie con sus propias palabras, y recomiendo la lectura para quien desee leerse un libro en dos días. Ciertamente no demora más, es parte de su encanto. Lo genial y más trabajoso viene después, al momento de reflexionar sobre cada realidad plasmada en la obra.
Sobre el final, ya había dicho que cabía esperar un final feliz. Sin embargo, debo añadir que también es bastante lógico, muy realista hasta cierto punto. De los muchos finales que podría haber imaginado, creo que el autor hizo una buena elección. En cuanto al resto, pues... el resto lo escribimos nosotros.
Felicito al autor por tan particular historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario