Cada día que salgo o vuelvo a mi casa, debo pasar por las puertas de mis vecinos. Dos de ellos de tienen perros con alcance a la calle: Uno que siempre se la pasa sentado junto a su puerta, en la acera (Balto), y otro que está encerrado, pero puede ver la calle gracias a las rejas que conforman la pared exterior de su casa. Ambos suelen estar muy pendientes de quien pasa por ahí, más que dispuestos a ladrarles para proteger su territorio.
Al principio tenía que dar vuelta en media luna para evadirlos. No me gusta que los perros me ladren, sobre todo cuando no hay nada que les impide abalanzarse sobre mí. Perro que ladra no muerde, no estoy segura si frase en verdad se cumple con los perros o la usaron sólo para una metáfora humana. De todas formas, no quise arriesgarme en ningún momento.
Cada día que pasaba los miraba atenta, procurando lucir despreocupada. Pasaba caminando como siempre lo hago a cierta de distancia de ellos, e incluso así el de la reja insistía en ladrarme. Ambos son perros grandes. No enormes, como Scooby Doo, pero no son pequeños.
Finalmente, cierto día en que pasé me di cuenta que Balto no levantaba la cabeza en cuanto pasaba. Al volver tampoco lo hizo. Sospeché que ya se había dado cuenta de que vivía cerca y de que no representaba amenaza alguna para él. Desde ayer que me animé a pasar justo por su lado, entre él y la puerta de su casa, ¡y no pasó nada! Se quedó echado, como si nada, atento a otras señales callejeras.
Bien, había conquistado a ese canino y ahora me aceptaba en su territorio.
En cuanto al otro, sucedió un poco más rápido que Balto, pues a la semana más o menos de pasar constantemente por su casa y dejar que me viera e identificara, dejó de ladrarme. Lo veía cuando estaba en la esquina ladrar a quien sea que estuviera pasando cerca, pero cuando me tocó pasar por ahí, sólo me miró, con la lengua afuera y atento a otros individuos ajenos a él.
Otra victoria para mí. Los perros cerca mi casa ya me conocen y me han aceptado en sus territorios. De la misma forma logré que otros dos de una casa en la esquina hicieran lo mismo, unos que cierta vez salieron de su casa ladrando y tuve que correr para alejarme de ellos junto con otro señor que pasaba por ahí. Ahora aunque les guardo cierta distancia, puedo pasar por su acera tranquilamente. Igual con otro perro en la esquina de la avenida donde tomo mi minibús, se acercó a olerme un par de veces y fue todo. Ya no me ladra desde su azotea (que es donde le gusta estar cuando no sale a la calle).
Vida de perros.
2 comentarios:
Siii la olfateada es la manera de guardarte en su lista de contactos. Aprovechan la agudeza de sus sentido y pueden reconocerte a una buena distancia.
Mi primer acercamiento con estos animalitos y vaya que lo fué, sucedió cuando tenia dos años de edad. Es uno de los recuerdos mas viejitos que tengo. Mi
familia se mudó a una casa compartida en alquiler y los dueños tenian un perro pastor alemán encadenado. De mantenerse uno alejado estaria seguro, pero con
esa edad, no es algo de lo que estes consciente. Total que un buen día, manejando mi triciclo, observo al perro comiendo con tal entusiasmo, que una parte de
su comida salta fuera de sus dominios. Seguramente me pareció buena idea regresarle de vuelta aquel trozo. Lo siguiente que pasó fué que el perro rompió su
cadena e instintivamente atinó a morderme el rostro.
A pesar de esta experiencia algo trágica, confieso que le tengo más miedo a las personas que a los animales. Quien lo diria, a la fecha me llevo bien con los
perritos y la cicatriz que me acompaña, ha tenido gran impacto en mi vida n_n
Hablo con ellos cda que puedo, son buenos oyentes ...y si les ofreces un pan pueden seguirte hasta el fin del mundo.
De todas formas no esta mal caminar con cautela. Dado que esta publicación tiene sus buenos meses, imagino Ana que ahora ya estarán habituados a tu presencia.
Enhorabuena! "La conquista de los perros" Level complete! XD
Siii la olfateada es la manera de guardarte en su lista de contactos. Aprovechan la agudeza de sus sentido y pueden reconocerte a una buena distancia.
Mi primer acercamiento con estos animalitos y vaya que lo fué, sucedió cuando tenia dos años de edad. Es uno de los recuerdos mas viejitos que tengo. Mi familia se mudó a una casa compartida en alquiler y los dueños tenian un perro pastor alemán encadenado. De mantenerse uno alejado estaria seguro, pero con
esa edad, no es algo de lo que estes consciente. Total que un buen día, manejando mi triciclo, observo al perro comiendo con tal entusiasmo, que una parte de su comida salta fuera de sus dominios. Seguramente me pareció buena idea regresarle de vuelta aquel trozo. Lo siguiente que pasó fué que el perro rompió su cadena e instintivamente atinó a morderme el rostro.
A pesar de esta experiencia algo trágica, confieso que le tengo más miedo a las personas que a los animales. Quien lo diria, a la fecha me llevo bien con los perritos y la cicatriz que me acompaña, ha tenido gran impacto en mi vida n_n
Hablo con ellos cda que puedo, son buenos oyentes ...y si les ofreces un pan pueden seguirte hasta el fin del mundo.
De todas formas no esta mal caminar con cautela. Dado que esta publicación tiene sus buenos meses, imagino que ahora ya estarán habituados a tu presencia.
Enhorabuena! "La conquista de los perros" Level complete! XD
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