viernes, 7 de marzo de 2014

La locura de tac tac tac

Hoy, mientras caminaba por la calle con una amiga, nos tocó estar justo detrás de una señora que llevaba tacones. Reparé en ese detalle por el constante tac tac tac que escuchaba. ¡Vaya! ¿Cómo es que las mujeres no enloquecen con sus propios tacones? Me imagino a mí misma en tacones y ese molesto tac tac tac siguiéndome a todas partes... Como para volverse loca, ¿o no?


Bueno, la verdad es que entiendo el uso de los tacones. Vuelve más altas a las mujeres, hacen que su postura sea más atractiva, incluso más seductora. Es además como un toque de elegancia, lo entiendo. Sin embargo, pese a haberlos usado solo en ocasiones obligatoriamente formales, en mi opinión, son un dolor de pies. Claro, es cuestión de hábito igual, no solo de gusto. Pero de todas formas, no cambiaría mis amados tenis por nada.

Volviendo al sonido, el tac tac tac también es una forma de llamar la atención. Como si estuvieran diseñados para que todos mirasen en tu dirección cuando te aproximas con ellos. Hasta en las películas, los pasos de mujeres siempre están ligados a los tacones. Si trabajara en una oficina, probablemente escucharía esos tac tac constatemente. Creo que la mayoría de las personas ya están acostumbrados a ese sonido.

En mi caso, imposible usarlos con regularidad. Primero que nada, amo mis pies, no los quiero torturar con algo meramente superficial. Segundo, no me gusta llamar la atención. Aunque nadie me escuche al entrar a un cuarto o al acercarme, es mejor que lo hagan incluso desde antes. Tercero, si alguna vez decido usarlos, aparte de eventos obligatoriamente formales, será por mis propios motivos. 

Hasta entonces, ¿cómo es que las mujeres pueden vivir con tacones a diario? ¿Cómo es que no les enloquece el tac tac tac? ¿O es que acaso eso las vuelve más creídas? Si alguna está leyéndome, que me explique, soy muy comprensiva.

Gracias al silencio de los tenis, y su lucidez...

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