Book Review: El Santuario (Anne Rice)

Título original: Blackwood Farm 

Saga: Crónicas Vampíricas (IX)

Portada: Un ángel en agonía, algo dulce va a sufrir

Primera impresión: Será la biografía de un vampiro nuevo

Temática inicial: Exorcismo de un ser sobrenatural

Personajes en general: Muy bien estructurados

Estilo narrativo: Poético, descriptivo

Impresión final: Un tesoro de novela

Al principio la historia me trajo cierta nostalgia, pues Lestat es un personaje bastante conocido en las demás crónicas vampíricas y es, evidentemente, el que mantiene el centro de atención hasta cierto punto. Conocer a un nuevo vampiro no es más emocionante que contemplarlo a lado de personajes tan clásicos como Lestat. No es sino hasta algunos capítulos después, en donde Quinn comienza a contar su historia desde pequeño, que recién le brindamos algo de atención a ese nuevo personaje.

La historia de Quinn es la que ocupará todo el libro. Narrado por él, nos adentrará en su vida, en su desarrollo personal, y en el peculiar personaje que lo acompaña siempre desde que tiene memoria: Goblin. Conoceremos a su familia, su estilo de vida, sus pensamientos y sentimientos, y todas las anécdotas propias de alguien de su edad. Sabemos que Quinn no es normal, desde su don de percibir fantasmas con facilidad hasta el hecho de que tenga inclinaciones bisexuales. Es un personaje sentimentalmente humano, sumergido en realidades confusas debido a Goblin.

El curso de los hechos es en verdad maravilloso, con un realismo poco frecuente en este tipo de géneros fantasiosos. Pese a ser un universo plagado de vampiros, fantasmas, brujas y personas con altas habilidades mentales, todavía se puede entrever situaciones que podría pasarle a cualquiera, que están muy arraigadas en nuestra realidad. Sin duda ésa es una de las más fuertes cualidades en las novelas de Anne Rice.

Sobre la trama, es bastante simple al principio: Un vampiro que busca ayuda de un antiguo a deshacerse del espíritu que lo atormenta. Un exorcismo. Pero el viajar a través del tiempo para conocer el por qué de la situación es otra cosa. Ya después, cuando la historia del pasado de Quinn se une con el inicio del libro, tenemos ante nosotros una perspectiva totalmente diferente y nos damos cuenta de la magnitud de lo que está pasando. Además que en la historia también intervienen personajes crossover. Es decir, que originalmente pertenecían a otros libros, en este caso, las brujas de Mayfair, cuyas historias se unen armoniosamente en El Santuario, cada una adquiriendo algo nuevo sin dejar de lado sus propias tramas y sin salirse demasiado de las mismas.

En cuanto a los personajes, Quinn se lleva el broche de oro. Nos muestra tanto defectos como virtudes, lo que le hace difícil de clasificar como bueno o malo, y eso es lo que le da realismo y fuerza. Tenemos a tía Queen, uno de los más nobles que he leído cuyo destino resultó totalmente inesperado. Hay muchos personajes como para nombrarlos a todos, pero en general, ninguno llegó a formar parte de un estereotipo, lo cual es un logro considerando su cantidad y época. Pero el personaje que me conmovió casi igual que Quinn, fue Goblin. Las características de ese espíritu, su personalidad, sus avances, su propio ritmo y estilo de crecimiento. No es como imaginaríamos a un poltergeist, por ejemplo. Aunque debo confesar, que para el final de la historia, me sorprendió lo precipitados que se tornaban algunos hechos en cuanto a Goblin, Quinn, y Lestat.

El final fue agradablemente impredecible. Al menos yo quedé satisfecha por cómo se dieron las cosas. Las pasiones humanas se ven inmersas aún en los vampiros que dejaron su mortalidad atrás. Es un nuevo nivel de existencialismo presente desde Entrevista con el Vampiro.

En pocas palabras, es una novela que me llegó plenamente y que recomiendo con toda sinceridad leer. De las pocas que en verdad sentí a carne viva, El Santuario llegó luego de mucho tiempo para hacerme revivir esas emociones que ya ningún libro despertaba al completo. Anne Rice ocupa nuevamente la estimación más alta en mi escala de autores literarios.