Título completo: El chico de las estrellas
Autor: Chris Pueyo
Datos editoriales: Primera edición, noviembre de 2015. Editorial Planeta, Barcelona.
Páginas: 137
Primera impresión: La historia de un chico que tiene dificultades para salir del clóset.
Temática inicial: El chico de las estrellas cuenta su historia desde su infancia hasta su adolescencia y lo mucho que le costó admitir que era homosexual.
Personajes en general: Tiernos. No tienen nombres, sino apodos. Cada uno es descrito de manera especial, aunque eso tal vez los idealice demasiado.
Estilo narrativo: Primera persona. De hecho, es el autor quien escribe su propia historia. Podría considerarse una novela autobiográfica.
Impresión final: Adorable, optimista. Llegó a mis manos en el momento preciso, es tan sincera que te provoca cercanía con el autor.
Este libro llegó a mis manos tras un par de años de haberlo conocido. Primero me lo recomendó un amigo, al mismo tiempo que su portada me llamó la atención, pero no lo compré. Después, un par de mis estudiantes decidieron leerlo a finales del año pasado. Este año, cuando estuve a punto de subirme al micro para retornar a mi casa, lo vi en un puestito de libros en plena calle. Ese día había hecho algunas compras que me hicieron sentir bien, pensé que verlo no era coincidencia y me dije a mí misma, ¿qué son treinta pesos más? Lo compré.
Desde un principio me gustó la intimidad que maneja nuestro narrador, el Chico de las Estrellas. Como él mismo indica, rompe la cuarta barrera y se dirige al lector montones de veces. Él mismo expresa lo mucho que confiará en ti para narrar su historia y hasta se atreve a decirte que te quiere. Hace sentir que ese libro fue escrito especialmente para ti, lo cual me alegra porque sé que hay personas con diferentes orientaciones sexuales que a lo mejor necesitan este tipo de compañía y apoyo. Lo sentí como abrazo en mi propia situación amorosa.
La forma de narrar es bastante dinámica. Si es cronológica, pues te adentra en su infancia y poco a poco a creciendo hasta ser un adulto, aunque bueno, entre su adolescencia y adultez hay pocas palabras en realidad. Su eje principal es su pubertad y la aceptación de ser homosexual.
El episodio principal de la historia es su primer amor real, cuando el Chico de las Estrellas entrega verdaderamente su corazón al Chico Más Guapo del Mundo. Ciertamente ocurre veloz, apenas un par de capítulos. Me hubiera gustado saber más sobre su felicidad y cómo hizo para superarlo de a poco. De todas formas, sigue siendo una historia dulce con un toque amargo que solo le ocasiona un mayor dulzor al final.
Me gusta las fórmulas que maneja, la importancia de los instantes y el ejercicio de soplarle a la luna (que si quieres aprender, tendrás que leerte el libro). Creo que este libro puede enriquecer todavía más, hay muchos aspectos que pueden ser profundizados y que me encantaría leer.
Le deseo felicidad, amor y sueños cumplidos al Chico de las Estrellas, que es el propio Chris Pueyo. No muchos autores se animan a plasmar sus propias vidas admitiéndolo tan de frente, más cuando se trata de algo tan delicado como la sexualidad. Admiro su valor, aplaudo la intimidad que logra con el lector y de verdad, espero que siga escribiendo sobre esta temática con tanto corazón.
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