Lo interesante de las redes sociales,
es el poder que tienen para cambiar el modo de pensamiento latente en cada
generación. Si bien antes uno añoraba ser famoso y ser reconocido mundialmente
como una celebridad, una estrella con destello único, ahora sueña con tener un
millón de amigos en el facebook.
¿Por qué? Porque a través del “muro”
uno puede llegar a sentirse un importante y famoso. Actualizas tu estado y
automáticamente surgen unos cuantos “me gusta”, y hay que admitirlo, eso te da
ciertos aires de egolatría, una impresión de que todos están pendientes de lo
que haces y que prácticamente eres inmortal, sobre todo con la “línea de tiempo”
que inteligentemente han instaurado los diseñadores del facebook. ¡Tienes tu
biografía hecha! Y para cuando te mueras, todos tus “amigos” podrán decir lo
mucho que te conocieron y que te echarán de menos, e incluso pondrán “me gusta”
al aviso necrológico que seguramente el facebook integrará con el tiempo.
Exactamente, ¿qué compartimos en el facebook? Se ha vuelto una extensión nuestra, una ventana hacia los demás, hacia
el resto del mundo. Puedes actualizar datos interesantes, frases y cualquier
cosa que se te ocurra, pues hasta un corazón dibujado con las teclas puede llegar
a recibir 24 comentarios y un sinfín de “me gusta”.
El peligro del facebook es que
las máscaras que hemos desarrollado para con la sociedad, lleguen a meterse en
tu perfil y termines dejando una identidad tuya falsa para la posteridad (eso, aparte de la exposición voluntaria al desconocido y volverte un chimoso empedernido). A fin
de cuentas, el facebook se ha vuelto tan popular que creo que es nuestra manera
directa de llegar a la fama. No hay nada más placentero que recibir un montón
de comentarios por algo que viste al estar llegando a tu casa. ¡Uf! ¡Y lo que
puedes plagiar! Letras de canciones, poemas, videos, tranquilamente los subes y
listo, se vuelve parte de ti, de tu proyección con los demás y ya los tienes,
te haces con una reputación que hará que unos te sigan mientras que otros se
limiten a bloquearte.
A veces, por mi naturaleza de crédula,
llego a pensar que muchos de mis contactos son grandes poetas, artistas genios
capaces de crear verdaderas obras de arte. Luego me entero que lo que pusieron
no es de ellos, que fue algo que leyeron o escucharon y les gustó tanto que lo
pusieron. Ah, la decepción. Ya no me fío tanto de lo que ponen ahora mis
contactos, primero verificar antes que emocionarme por algo incierto. Así si
hay algún artista por ahí al que no he felicitado o expresado mi opinión, lo
siento mucho, te confundí!
Muchas veces medimos la
popularidad de las personas por la cantidad de “amigos” que tiene. Ahí ya cada
quien con su opinión. Personalmente, cuando me encuentro con perfiles que tienen
más de mil amigos ya desconfío. “Éste las acepta todas”. Por eso también, tengo
varias solicitudes de gente que desconozco o no me acuerdo, por lo cual, no las
acepto. ¡Tendrían acceso a todos mis datos! Con el facebook, tranquilamente
podrías ingresas tu vida a un plano virtual, ¡y disfrutar exponiéndolo ante el
mundo con orgullo!
El sentido de privacidad entonces
se vuelve más literal, porque puedes seleccionar que una publicación lo vean
todos, o que no lo vea nadie. Ideal si tienes un culto secreto del que no
quieres que nadie se entere. ¿Será por
ahí surgen las dobles identidades? No, tal vez éstas opten por construirse
nuevos y más de un perfil, ¿para qué complicarse tanto?
Y claro, con la opción “etiquetar”,
todo sentido de intimidad se ha perdido. Te esmeras en que no te saquen fotos
en momentos embarazosos (o indebidos), y al día siguiente tienes como veinte
etiquetadas de una fiesta que no recuerdas y por la que te retará tu pareja (o
tus padres).
¡Y los padres! Lo más sano es no
aceptar su solicitud de amistad, porque si supieran lo que tus amigos publican
y cómo te comunicas con ellos, uy… Adiós amigos. No faltaría un comentario como
“lo siento pepito, pero mi hijito tiene que dormir temprano y no podrá salir
hasta tan tarde”. Sino directamente el reto, “¡dijiste que irías a estudiar!”
Por otra parte, si no quieres herir a tus viejos, simplemente los bloqueas, o
configuras que tus publicaciones no sean visibles para ellos. Una manera casi
segura (de lejos) de mantener todo a salvo.
Con el facebook eres el centro de
todo. Tus amigos se pasan por tus publicación, “like”, comentario, “compartir”,
“etiquetar”. Es la nueva moda, para qué ser una estrella si toma tanto tiempo
(y requiere talento) cuando tranquilamente puedes un ídolo supermega respetado
sin salir de tu casa. Creo que los blogueros también se ven inmersos en esto,
pues suelen ser vistos como “maestros”, “modelos”, lo que uno desearía ser y al
le brindarás todo el apoyo incondicional de un fan. Claro, los comentas un
montón, te esmeras en impresionarlo, en llamar su atención, pero rara vez te
contestan, y si lo hacen, lo hacen con una arrogancia… ¡Que terminas admirando!
El Internet tiene la culpa, se ha
vuelto tan accesible en contadas regiones, que ahora quien sea puede publicar
lo que sea, y no tomar responsabilidad alguna. Si herramientas útiles como el
facebook se han vuelto tan superficiales, es por nosotros, y nuestra juventud
que hace uso eterno de estas nuevas teconologías. De algo estoy segura, somos
ya inmortales en la red, tenemos nuestros mundos armados en la red, y si
moriremos algún día, nuestro cuerpo será devorado por la tierra, nuestra alma
partirá al Más Allá, y nuestra mente, vivirá con los “trascendentales” estados
de actualización que hemos posteado a lo largo de nuestra historia. Una mente
digital, que durará por toda la eternidad, he ahí la inmortalidad de una
celebridad.
4 comentarios:
que onda tu, te recomiendo este foro, aunque analizandote ya debes estar en el.
http://www.ajayu.org/
Por otro lado, la respuesta es si, si vi ese capitulo en soudpark donde los muchachos se introducen al face, que loco nooo.........
hi! jeje, nop, no conocía ese foro, enseguida lo visito =D
jaja, locoo xD sí!
waaaa! So truee:)
Por cierto, gracias por tu comentario en mi blog n.n !! Me puso content 8D
^^
my placer =D
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