Qué interesante es conocer nuevas perspectivas sobre nuestra realidad a través de diferentes mundos y lógicas que nada tienen que ver con ella, aparentemente. Lo cierto es que, muchas veces, la ciencia ficción es subvalorada y tomada a la ligera cuando, en verdad, su principal objetivo es poner en evidencia las principales fallas y debilidades de nuestra sociedad.
Así como en varios de los cuentos incluidos en la “I Antología de Ciencia Ficción Boliviana. Las Remotas Edades”, realizada por Iván Prado y Miguel Esquirol, y que se presentó este viernes en la XIX Feria del Libro de La Paz, podemos encontrar en este género críticas sociales, económicas, políticas y hasta religiosas, presentes en nuestra sociedad pero encubiertas con recursos como viajes en el tiempo, mundos paralelos, ambientaciones futuristas, seres extraterrestres o simplemente diferentes a nosotros.
Escritores de distintas regiones de Bolivia unen sus voces para hacernos partícipes de mundos impredecibles, fascinantes y descabellados. Tenemos a Edmundo Paz Soldán, Giovanna Rivero, Homero Carvalho, Sisinia Anze, Gonzalo Montero Lara, Dennis Morales Iriarte, Adolfo Cáceres, Gonzalo Lema e Iván Prado, por mencionar algunos de los cuentistas de esta antología.
Como lectora, debo admitir que, a medida que iba devorando las historias me sorprendía con algunos detalles que causaban una impresión fuerte. Por ejemplo, reflexionar sobre el valor de la vida, de cómo a veces nosotros somos la causa de nuestras desgracias, o de cómo provocamos reacciones en cadena a partir de todo lo que hacemos, por ínfimo que sea. Uno de los principales temas en común de los cuentos es la conciencia medioambientalista, que se preocupa por salvar nuestro planeta o por encontrar otros que también podamos habitar luego de su completa destrucción. No obstante, pese a repetirse esta constante, los cuentos no son iguales ni presentan las mismas características. Es lo mejor de todo, que te transmitan un mensaje de formas tan diversificadas que, aunque llegues a la misma conclusión, siempre parte de un punto diferente.
Como escritora, encuentro esta antología bastante rica en técnicas y estilo narrativo. Aunque pertenezcan al mismo género y aborden las mismas preocupaciones en general, en cada uno de los cuentos hay originalidad. No vale la pena decir cuáles son mejores y por qué. En lugar de eso hay que resaltar la creatividad de estos escritores, pues la ciencia ficción no es nada fácil. Pese a ser algo ficticio, requiere de mucha investigación para hacer algo científicamente plausible.
Es agradable saber que en Bolivia no somos del todo ajenos a irrealidades exóticas. Tenemos un gran potencial que explotar en este ámbito literario tan estigmatizado anteriormente, cuando por regla se valoraba solamente aquello que pretendía ser realista. Abrir la mente y abandonar con lentitud la actitud conservadora es la clave para transformar nuestra sociedad y hacerla más tolerante y solidaria. La ciencia ficción, junto con lo fantástico, es un enorme paso que nos acerca a esa posibilidad. Bienvenida sea.
Publicada en: Los Tiempos
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