Ahora que la ciencia ficción en la literatura se está poniendo de moda, es momento de explorar a nuestros propios autores de este género. No podemos encasillarnos con unas cuantas obras de autores reconocidos. Lo cierto es que este género ya era cultivado mucho antes de que le prestaran atención. Iván Prado hizo una investigación al respecto en la que revela autores de ciencia ficción bolivianos desde hace varias décadas. Esté de moda o no, este género ha sido y seguirá siendo abordado por diversos autores y de distintas maneras.
“Viaje al fondo del bar” es un libro de cuentos publicado por Gonzalo Montero Lara, que nos transporta a distintas dimensiones sin alejarnos demasiado de nuestra propia realidad. Gonzalo maneja un estilo bastante particular en todos ellos, pues no aborda solamente elementos propios de la ciencia ficción o elementos fantásticos, sino que los mezcla con nuestra cultura al tiempo de darles un toque de humor e ironía.
Su narrativa es ágil, altamente cotidiana al no censurar ningún modismo local. Puede llenarte de intriga sin llegar a estresarte, un equilibrio difícil de lograr. Utiliza recursos creativos, como los flashbacks y los paralelismos.
Las historias son impredecibles, cada una con algo que te arrancará una sonrisa. Si bien tocan temáticas diferentes, el universo es el mismo. Esto fue algo que me agradó bastante en el libro, su uso del crossover. Quiero decir, los personajes no son del todo ajenos a los demás cuentos. Puedes encontrar a un personaje del primer cuento en el tercero, y volverlo a ver en el último, o viceversa. El esquema que maneja Gonzalo es entonces la espiral, usada con frecuencia en la literatura moderna. Ya no hay historias lineales.
Cabe resaltar también las ilustraciones como carátula de cada cuento, todas firmadas por Ortega. Pienso que encajan muy bien con las historias de Gonzalo, pues logran representar la esencia de cada uno. Además de ser una presentación, son también una invitación a la lectura, un complemento a todo lo que nos hace imaginar Gonzalo.
Cuántas sorpresas podemos llevarnos con un libro. Cosas inimaginables, inesperadas, que por muy alejadas de la realidad estén, contienen aspectos que nos hacen reflexionar sobre nuestra sociedad. Es el encanto de la ciencia ficción, e incluso su propósito. Felicito a Gonzalo por tan perspicaces cuentos, así como lo impulso a seguir cultivando su literatura para sorprendernos con más obras en tiempos no muy lejanos.
Publicado en: Los Tiempos
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