Tarde o temprano tenía que escribir esta palabra, no solo en este blog, sino en mi vida. Uno no suele elegir cuando llega el momento para amar, ni a quién amar ni cuánto amar. El amor puede llegar de golpe, aparecer de pronto, cuando en realidad, siempre estuvo ahí.
Ser para alguien, algo poderosamente intenso cuando se llega a comprenderlo. Generalmente las personas te dicen que están para ti, que están contigo, pero qué diferente es cuando alguien te dice que es para ti. El ser es no es un estado momentáneo, sino una condición ya establecida. Ser para alguien significa estar destinado para esa persona, vivir para ella, encajar con ella. Como si fuera inevitable, natural, amar a esa otra persona.
Es lo que ocurre cuando dos seres incompletos se conectan para ser uno, pues es la verdad, somos seres incompletos que necesitan de alguien para subsistir. Puede que sea una hipótesis cursi, probablemente chocante para muchos, y sin embargo, me parece una filosofía hermosa. Buscar esa media naranja, tu otra mitad, o encontrarla incluso sin buscarla.
Admito que en el amor soy muy cerrada, descubrirlo me fue sumamente natural. Luego de algunos encuentros breves, otros dolorosos, finalmente puedo afirmar que hay alguien para mí. Incluso cuando no pretendía buscar a alguien, cuando solo quería estar sola, de pronto llegó y se abrió paso a mi corazón. Atravesó mi muralla, una que había edificado hace tanto y que apenas yo misma intentaba trepar. Alguien vino para derribar de golpe, para mostrarme lo hermoso que era abrir mi corazón. Amar y ser amada, jamás pensé que en verdad era tan hermoso.
Amar es un sentimiento poderoso, peligroso, pero bello. Me doy cuenta de cuánto puede lastimarte, pero al mismo tiempo cómo puede hacerte crecer, volverte fuerte. Puede motivarte a tanto, a soportar tanto, a lograr tanto... Es como un propulsor especial, un catalizador involuntario. Porque ciertamente, no es voluntario. Es algo que ocurre y ya, que no se puede controlar, ni siquiera con lógica pura. Te invade y te eleva. Por eso mismo peligroso, porque luego de meterse hasta en tu sangre, puede acabarte. Por eso dicen que hay que ser cuidadosos, que no hay que dejarse doblegar por simples palabras.
Apenas lo voy conociendo, voy aprendiendo. Amar no es fácil, ser amado tampoco. Respetar los pensamientos del otro, sus sentimientos, su comportamiento. Compartir tanto con alguien es complicado, pero a la vez, incomparable. Me siento afortunada de encontrar a alguien tan parecido a mí, poder ser de él, y que él sea mío. Y más que eso, ser para él, que él sea para mí. Que mi felicidad sea la suya, la suya mía. Es interesante, puesto que en todo el tiempo que lo tenía a mi alcance, apenas logramos coincidir. Ah, mas esta casualidad era inevitable, es como si el tiempo hubiera esperado el momento ideal. Puedo sonar demasiado optimista... No, optimista no... Lo sé, sueno enamorada. ¡Perdí la lógica, estoy en la locura del amor! ¿Me asusta esto? Pues no, la verdad, me siento cómoda, lo disfruto mientras pueda.
Y pues, puede que esto incluso se vuelva una nueva sección en mi blog. Amor. Quedan advertidos los que no aguantan la cursilería, De todas formas, pronto activaré de nuevo el blog con posts culturales actuales. ¡Felicidades a todos!
¡Te amo, Yima kun!
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