Autor: Gabriel García Márquez
Datos editoriales: Segunda edición, 1995. Alianza Editorial. Madrid.
Páginas: 95
Primera impresión: La historia de un hombre solitario.
Temática inicial: Un adulto mayor que fue coronel durante la dictadura en Colombia y que espera con ansias una carta sobre su pensión.
Personajes en general: Simbólicos de la época.
Estilo narrativo: Tercera persona, el narrador se enfoca en los andares del coronel y las amarguras que tiene que sufrir en su espera por la pensión prometida.
Impresión final: Una obra cruda, sin necesidad de extenderse o expresar más. Una mirada a una realidad devastada por la dictadura y las tragedias de las familias más necesitadas.
Cuando empecé a leer este libro no pensé que me impactaría tanto ese golpe de realidad. Si bien los hechos transcurren en una determinada época y ciudad, puede aplicarse a cualquier crisis política que se esté viviendo en la actualidad. Es momento de agradecer todo lo que se tiene y la libertad con la que se cuenta, aunque sea limitada.
El coronel, qué personaje más emblemático. Es un hombre que lo ha dado todo por su país, que ha confiando y no pierde la esperanza aún quince años después de no recibir respuesta. Tiene una esposa que comparte su dolor, quizás lo padece más. Lo que los une es un gallo dejado por su hijo fallecido de manera injusta, consecuencia de la dictadura y un toque de queda.
Durante la lectura me daba cuenta la importancia que tiene este gallo, pero simboliza mucho más que un simple animal de granja. García Márquez lo retrata de tal forma que termina siendo uno de los elementos centrales de la obra y su importancia, un vehículo de sueños y ambiciones, pero al mismo tiempo de dignidad imperecedera que puede costarle caro a cualquiera.
La sociedad en la que vive el coronel refleja el estilo de vida durante la dictadura colombiana, que no es muy distinta a otras dictaduras. Es un golpe de realidad en estas épocas de democracia y poca censura. Además de la crítica al sistema burocrático, sin decir mucho lo dice todo.
La narrativa es ágil, sin prisas. Seguimos el día a día del coronel, pasando de vez en cuando los meses decisivos en su vida. García Márquez se ocupa de desarrollar adecuadamente la historia para lanzar los golpes en los momentos precisos. No por ser cruel, sino porque así es la vida. Y eso que tuvo compasión, a mi parecer, pues el coronel es un hombre que no se deja apabullar con tanta facilidad.
Podría ser calificada como lectura ligera, ya que la obra en sí no supera las cien páginas. Pero de ligera no tiene nada, hay mucho para analizar. Desde que leí Crónica de una muerte anunciada no he vuelto a leer a este prolífico autor, me alegra haberlo hecho ahora, en este momento de cuarentena, porque es una obra que al final de todo, tal como su protagonista, nunca pierde las esperanzas de un mejor mañana.
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