Portada:
El rostro deshecho nos da a pensar en algún tipo de transformación en los
personajes.
Primera
impresión: Una novela de misterio, un thriller narrado de una manera original.
Temática
inicial: Arturo encuentra, dentro una columna derrumbada de su casa, una
misteriosa caja mecánica que emite una melodía un tanto extraña.
Personajes
en general: Racionales a mi modo de ver.
Estilo
narrativo: Ágil, directo a lo que pretende llegar. Ordenado.
Impresión
final: Un thriller que me gustó más de lo que habría esperado.
Es
curioso cómo se da el proceso. Es bastante simple, pero cómo te llega… A medida
que van pasando los días en la historia tú también la vas viviendo desde una
distancia prudente. Eres el testigo silencioso de la mente del protagonista,
sabes lo que le pasará y eso muy difícil de controlar al no poder advertirle.
El
estilo narrativo es bastante interesante. El protagonista escribe sus
pensamientos utilizando una máquina de escribir, como un diario. Día tras día,
puedes hacer seguimiento de las fechas y así tener la impresión de realmente
estar presenciando algo un poco más, verídico. Esto lo vuelve una lectura
ligera, sin dificultades ni peroratas innecesarias. Sin bien no está estilizada
de una manera más, emocional o poética, me parece que es la adecuada para el
tipo de historia que se preocupa en transmitir.
Los
personajes son racionales, como ya mencioné, porque todos van de acuerdo a una
lógica y no se salen de la misma. Si bien no los conocemos a profundidad,
tampoco necesitamos hacerlo. Hacen lo que tienen que hacer, y nosotros los vemos hacerlo. Son pocos, pero
es que tampoco se necesitan más.
La
historia es perturbadora. Si bien se trata de un argumento sencillo, la manera
en que la desarrolla el autor la vuelve algo compleja, con varios toques que no
podrías anticipar. Desde el inicio me pareció muy interesante, al punto de no
soltar el libro durante varias horas. El final también, es algo que,
honestamente, me sorprendió demasiado. Sí, fue completamente inesperado, e
incluso, desesperante.
En
cuanto a su trasfondo ético, me parece que resalta mucho lo que es el valor de
la vida y la importancia de vivirla sin que algunos vicios u obsesiones te
consuman. También destaca el valor de la familia y la interacción con las demás
personas. La caja mecánica, tan misteriosa como es, podría simbolizar un hábito
perjudicial, algo que te corroe, que te castra, que te envenena lentamente,
teniéndote a su merced. A esto le digo, ¡fuerza de voluntad, lectores!
En
fin, es una lectura que recomiendo. No será de mis favoritas, pero sí es de las
que me gustaron mucho y que nunca voy a olvidar. Quiero agradecer al Café Punto Aparte, que solidariamente me prestó este libro y abre sus puertas a todo aquel
fanático de la lectura. Pronto estaré visitándolo en sus últimos días antes del
traslado.
Felicito
también a Miguel, espero leer más de sus obras, pues estoy segura que tiene
muchas historias más de esta naturaleza en mente. Es el primer thriller
boliviano que he tenido el placer de leer. And I’m waiting for more…
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