¿Alguna vez has sentido que te
estabas resfriando y aún así, no has hecho nada al respecto? Muchas veces puede
tratarse de una falsa alarma, de –en caso de mujeres- casos de SPM, o de
síntomas generales que suelen pasarse de un día al otro.
Hoy no tuve esa suerte.
Desde anteayer que tenía una
sensación extraña en mi cuerpo, como un cosquilleo y algunos a punto de ser estornudos, pero
simplemente me decía que se iba a pasar, que si me abrigaba un poco no había
nada de lo que preocuparse.
Ayer me desperté con un poco más
de mucosidad, jeje, aunque todavía no estaba moqueando. Ya en la tarde recién
comenzó cierto malestar, una incomodidad que no puedes explicar, como si te
hiciera frío y calor al mismo tiempo.
HOY me desperté con la nariz
congestionada, la garganta aún no me duele pero sé que es cuestión de tiempo
que comience la tos (es que como sólo respiro con la boca…) Ya siento ese
ligero mareo de alguien débil que me hace pensar que debería quedarme en cama todo
el día. Estando en clases, el malestar aumentó, mis ojos lagrimearon por muy
increíble que parezca. Quizás por contener la serie de estornudos que me vienen
de tres en tres cada cierto tiempo. Y después, ya en mi casa, comencé a sentir
escalofríos. Sé que me dolerá la cabeza en la noche.
¡Ahora me arrepiento no haberlo
asumido con más seriedad! “Un resfriado no es tan grave”, o sí, claro, pero
cuando llegas al punto en que la gripe está en auge con todos sus síntomas, no
puedes tomarlo tan a la ligera.
Y bueno, mucho líquido, rollos de
papel higiénico suave, las píldoras de siempre –hibuprofeno y resfrianex- y
mucha paciencia hasta que termine esto.
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