Portada: Un hombre alado con una herida sangrando en la palma de su
mano. Un ángel, hace referencia a la crucifixión. Va a sufrir para ser
redimido.
Primera impresión: Dadas anteriores obras de Rice, francamente no tenía
idea de qué iba a tratar la historia. Esperaba que profundizara tanto en los ángeles como hizo con los vampiros en sus Crónicas.
Temática inicial: La historia de un asesino a sueldo martirizado por su pasado y
su presente.
Personajes en general: Históricamente bien construidos.
Estilo narrativo: Descriptivo, lleno de alabanzas.
Impresión final: Una historia sorprendente pero que no iguala a sus
anteriores obras.
Debo reconocer que referirme a
este libro no va a ser sencillo. Como primer obstáculo tenemos mi imagen previa
de Rice, lo que inevitablemente le dará puntos extra o en contra al momento de
estimar la obra. Por otro lado, está impresión de la devoción cristiana a profundidad.
Es delicado en sí tocar temas de religión, de modo que hacer una crítica de
esta novela cuesta doble esfuerzo para no ofender a nadie.
Empecemos por lo más valioso.
Rice es conocida también por su pasión hacia la investigación histórica. Los
detalles que le imprime a sus obras muchas veces son respaldados por documentos
existentes. La descripción de los lugares en este libro es muy precisa, y como
ella misma lo afirma, existen en la realidad.
Más todavía, está la ideología de
los judíos y cristianos en épocas difíciles para los judíos en Inglaterra.
Rice, efectivamente, revela en sus escritos su conversión cristiana y su
ferviente devoción. Sin embargo, no deja de lado a los judíos y nos hace
conocer varios aspectos interesantes de ellos. Claro que se nota que se ha
esforzado en ser objetiva con ellos, pero noto que hay algo de negatividad en
cuanto a ellos se refiere. No digo que Rice los vea de esa manera, sino que por
lo mencionado en la obra, crea una percepción más negativa que positiva para
ellos. De todas formas, todo está basado en estudios reales, así que no le veo
mayor problema a eso.
Por otra parte, la historia
principal, la del protagonista. El que sea un asesino privado ya llama a un
comienzo la atención, pero cuando se conoce más su pasado, ¡es impresionante!
No creo haber conocido a otros asesinos como ése. Creo que lo más extraordinario
de este asesino es su ferviente devoción por Dios y la contradicción que sufre
al afirmar no creer en él.
Personalmente, pese a lo bien
construido que está este personaje, Toby O’Dare, no creo que se compare a la
intensidad que tenían sus viejos vampiros. Toby no llega a conmoverme como
imagino que Rice habría deseado con sus lectores.
Y aquí lo delicado. Es que es
tanta la devoción impregnada en el libro, que me resulta empalagosa. Siento que
no sólo estoy leyendo una novela de ficción, sino una de alabanza. Quizás ése
haya sido el propósito de Rice. De todas formas, sentí que eso le quitaba mucho
a la obra. Si hubiera sido narrada de una manera más… controlada, no sé, puede
que haya producido reacciones diferentes. En todo caso, la intensidad que tanto
me gustaba en Rice ahora deja de concentrarse en sus personajes y prosa y se
dirige más a esa alabanza implícita propia de un cristiano.
A diferencia de otras novelas de
Rice, mi corazón no se estrujó ni se conmovió con esta historia. La trama es
muy interesante, y sé que he aprendido más de esa época y esa mentalidad con
este libro que con otros materiales históricos. Puede que para otros no sea
así, seguramente. Pero para mí no llegó a trascender tanto como sus Crónicas
Vampíricas, o incluso sus libros sin sagas, como La Momia o La noche de Todos
Santos.
En cuanto a los ángeles de Rice,
me parece genial que los haya plasmado como agentes misteriosos que tienen la
posibilidad de viajar a distintos tiempos con toda libertad. De ahí el título
de la obra. Aunque me pareció que pudo haberle dado algo más de participación a
Malaquías, sobre todo en cuanto a diálogos escatológicos, que bien podrían
llegar a haber sido mucho más interesantes que todos esos atributos que les da
a los ángeles.
Pero bueno. En cuanto al final,
sé que Rice trató de darle la misma naturaleza que en Entrevista con el vampiro. Ah, con todo el dolor de mi corazón,
creo que ese detalle más bien ha debilitado a la obra. No obstante, algo
positivo saco del final, y es que justo en la última página, en la última
oración, ha logrado sorprenderme. Me ha dejado agradablemente impresionada y
con ganas de leer la continuación cuanto antes. ¡Y en el momento justo además!
Antes de dejarme envolver ante la posible decepción de la obra, aquello bastó
para darme esperanzas y convencerme de que sigue siendo Rice, sigue siendo mi
modelo de escritora a seguir.
Felicito a la autora por toda su
búsqueda documental histórica de la época, manifestando que su objetivo de
mostrarnos esa época y sus repercusiones se ha cumplido maravillosamente.
Esperaré a leer la segunda parte, La
prueba del ángel, antes de emitir una conclusión peligrosa a su original
historia.
Que los ángeles guardianes a los que reza con tanta devoción no le
falten nunca, ni siquiera en la inspiración.
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