sábado, 27 de octubre de 2012

Book review: La Hora del Ángel (Anne Rice)



Portada: Un hombre alado con una herida sangrando en la palma de su mano. Un ángel, hace referencia a la crucifixión. Va a sufrir para ser redimido.
Primera impresión: Dadas anteriores obras de Rice, francamente no tenía idea de qué iba a tratar la historia. Esperaba que profundizara tanto en los ángeles como hizo con los vampiros en sus Crónicas.
Temática inicial: La historia de un asesino a sueldo martirizado por su pasado y su presente.
Personajes en general: Históricamente bien construidos.
Estilo narrativo: Descriptivo, lleno de alabanzas.
Impresión final: Una historia sorprendente pero que no iguala a sus anteriores obras.


Debo reconocer que referirme a este libro no va a ser sencillo. Como primer obstáculo tenemos mi imagen previa de Rice, lo que inevitablemente le dará puntos extra o en contra al momento de estimar la obra. Por otro lado, está impresión de la devoción cristiana a profundidad. Es delicado en sí tocar temas de religión, de modo que hacer una crítica de esta novela cuesta doble esfuerzo para no ofender a nadie.

Empecemos por lo más valioso. Rice es conocida también por su pasión hacia la investigación histórica. Los detalles que le imprime a sus obras muchas veces son respaldados por documentos existentes. La descripción de los lugares en este libro es muy precisa, y como ella misma lo afirma, existen en la realidad.

Más todavía, está la ideología de los judíos y cristianos en épocas difíciles para los judíos en Inglaterra. Rice, efectivamente, revela en sus escritos su conversión cristiana y su ferviente devoción. Sin embargo, no deja de lado a los judíos y nos hace conocer varios aspectos interesantes de ellos. Claro que se nota que se ha esforzado en ser objetiva con ellos, pero noto que hay algo de negatividad en cuanto a ellos se refiere. No digo que Rice los vea de esa manera, sino que por lo mencionado en la obra, crea una percepción más negativa que positiva para ellos. De todas formas, todo está basado en estudios reales, así que no le veo mayor problema a eso.

Por otra parte, la historia principal, la del protagonista. El que sea un asesino privado ya llama a un comienzo la atención, pero cuando se conoce más su pasado, ¡es impresionante! No creo haber conocido a otros asesinos como ése. Creo que lo más extraordinario de este asesino es su ferviente devoción por Dios y la contradicción que sufre al afirmar no creer en él.

Personalmente, pese a lo bien construido que está este personaje, Toby O’Dare, no creo que se compare a la intensidad que tenían sus viejos vampiros. Toby no llega a conmoverme como imagino que Rice habría deseado con sus lectores.

Y aquí lo delicado. Es que es tanta la devoción impregnada en el libro, que me resulta empalagosa. Siento que no sólo estoy leyendo una novela de ficción, sino una de alabanza. Quizás ése haya sido el propósito de Rice. De todas formas, sentí que eso le quitaba mucho a la obra. Si hubiera sido narrada de una manera más… controlada, no sé, puede que haya producido reacciones diferentes. En todo caso, la intensidad que tanto me gustaba en Rice ahora deja de concentrarse en sus personajes y prosa y se dirige más a esa alabanza implícita propia de un cristiano.

A diferencia de otras novelas de Rice, mi corazón no se estrujó ni se conmovió con esta historia. La trama es muy interesante, y sé que he aprendido más de esa época y esa mentalidad con este libro que con otros materiales históricos. Puede que para otros no sea así, seguramente. Pero para mí no llegó a trascender tanto como sus Crónicas Vampíricas, o incluso sus libros sin sagas, como La Momia o La noche de Todos Santos.

En cuanto a los ángeles de Rice, me parece genial que los haya plasmado como agentes misteriosos que tienen la posibilidad de viajar a distintos tiempos con toda libertad. De ahí el título de la obra. Aunque me pareció que pudo haberle dado algo más de participación a Malaquías, sobre todo en cuanto a diálogos escatológicos, que bien podrían llegar a haber sido mucho más interesantes que todos esos atributos que les da a los ángeles.

Pero bueno. En cuanto al final, sé que Rice trató de darle la misma naturaleza que en Entrevista con el vampiro. Ah, con todo el dolor de mi corazón, creo que ese detalle más bien ha debilitado a la obra. No obstante, algo positivo saco del final, y es que justo en la última página, en la última oración, ha logrado sorprenderme. Me ha dejado agradablemente impresionada y con ganas de leer la continuación cuanto antes. ¡Y en el momento justo además! Antes de dejarme envolver ante la posible decepción de la obra, aquello bastó para darme esperanzas y convencerme de que sigue siendo Rice, sigue siendo mi modelo de escritora a seguir.

Felicito a la autora por toda su búsqueda documental histórica de la época, manifestando que su objetivo de mostrarnos esa época y sus repercusiones se ha cumplido maravillosamente. Esperaré a leer la segunda parte, La prueba del ángel, antes de emitir una conclusión peligrosa a su original historia. 

Que los ángeles guardianes a los que reza con tanta devoción no le falten nunca, ni siquiera en la inspiración.

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