¿Alguna vez te has imaginado tu
vida como una película? Es prácticamente irresistible el querer anticipar
ciertos detalles, el confiar en que todo saldrá bien, que la mayoría de los
finales terminan siendo positivos para los protagonistas y que los pocos en los
que termina siendo infelices, pues, no podría estar pasándonos a nosotros.
Hay veces en las que voy
caminando o estoy en un vehículo y me imagino la música, las tomas que se
harían, hasta llego a cambiar parte del paisaje a veces. Como esa cadena que
duró un tiempo en la que te pedía poner play al azar a todas las canciones de
biblioteca e ir llenando espacios con las canciones que salían. El resultado te
indicaría qué canción tocaría en determinado momento de tu vida si fuese una película.
Me acuerdo que habían espacios como “En el momento de mi nacimiento sonó… En el
día de tu boda tocará… Cuando mueras se escuchará…”, y era realmente
fascinante, porque muchas de las canciones que me salió tenían sentido con el
momento.
Cuando me dirijo a un examen, por
ejemplo, vienen a mi mente músicas que ambientar
la escena, como si no fuera suficiente lo que estás haciendo. Desde un música
estilo psicosis hasta un son de guerra pueden servir para estas ocasiones.
Igual en los minutos de
relajación, cuando estoy escribiendo mi libro. Sé que los libros son
potenciales películas, así que me imagino cómo sería la escena que estoy
escribiendo si pasase en una pantalla bidimensional. La música de fondo, la
escenografía, los planos empleados… Es divertido de imaginar. Es lo que espero
que imagen todos al momento de leer mis libros.
Y ante los problemas de la vida.
Cuando uno llega al punto de sentirse sofocado y no poder más, es agradable
pensar que todo es una película y que todo dará un vuelco inesperado que terminará
por resolverlo todo. Incluso uno puede identificar una escena de una peli y
pensar “ah, esto terminará así, ¿de qué me preocupo?” Como cuando invitas a
alguien por primera vez a salir, o cuando esperas tus notas con la esperanza de
que es imposible aplazarte si sólo te faltaban unos cuantos puntitos más. Es
como seguir un esquema frente a un deseo que has idealizado y que das por
seguro realizado. “He luchado duro, ¿cómo no voy a ganar?”
Ah, pero la vida es más dura. Es
más que una simple película (aunque muchas veces igual de comercializada). Sólo
en la vida puedes realizar toda una proeza y no lograr nada, puedes ayudar un
montón al mundo sin aprender nada. Puedes halagar a todos sin que nadie te diga
nada o puedes esperar por el halago que nunca llega pero que sigues esperando.
Puedes ponerte a bailar en la calle, y cantar bajo la lluvia,
no obstante, terminarás asaltado, accidentado o enfermo por semejante “osadía”.
La vida no es una película. ¡Pero
qué divertido es imaginarte que lo fuera! No puedes sino crearte un buen final,
uno que valga la pena. Porque si te mueres antes o muy después, el público se
levantará de su asiento y sólo dirá: Qué desperdicio de vida.
2 comentarios:
Sólo en la vida puedes realizar toda una proeza y no lograr nada, puedes ayudar un montón al mundo sin aprender nada.....Puedes ponerte a bailar en la calle, y cantar bajo la lluvia, no obstante, terminarás asaltado, accidentado o enfermo por semejante “osadía”.
Si que te esmeraste cerca al final, estas en la onda, estas en la onda...
Sin embargo no todo lo que imaginas se quedara ahi en un libro o en un corto, hay locos que escriben sus sueños y hay locos que pueden materializar esos sueños...aunque siempre es dificil.
PD. Tu blog esta cool.
jeje, gracias! me alegra mucho saber que alguien gusta del blog, porque de verdad, pocos son los que llegan a manejar estas cosas atreviéndose a hablarlo públicamente.
Lo de los locos coincido, de haberlos los hay, y los admiro por eso!
Espero no aburrirte con próximas entradas, siempre eres bienvenido y con plena libertad de apoyarme, concordar, refutarme o retarme con tu propia perspectiva =D
Cada persona es un universo, me encantaría conocer como se ve el tuyo.
SALUDOS!!
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